El número nueve

El pasado 15 de noviembre cumplimos ocho años de haber fundado Tragaluz. Ocho años haciendo libros y compartiendo historias con ustedes. Ahora comienza el noveno año de la editorial, y por curiosidad quisimos leer sobre ese número, el número nueve, explorarlo, escuchar lo que han dicho sobre él, jugar a creer que mostrará algo. 
 

El nueve es el dígito más alto del sistema decimal. Los pitagóricos lo llamaron “el océano y el horizonte”: contiene todos los números que lo preceden, y no hay ninguno sobre él. En numerología es una cifra que significa madurez, humanidad, generosidad.

Para los hebreos el nueve es el número de la verdad, pues al multiplicarlo siempre se reproduce a sí mismo (9×5=45 [4+5=9]; 9×8=72 [7+2=9]; etc.). En esa característica se han basado filosofías y religiones: aquel que da nunca pierde, nunca deja de ser lo que es. ¿No es esa la forma natural del amor?

La anterior no es la única curiosidad matemática del nueve. Es un número que cierra el círculo. Hagan el ejercicio, escriban cualquier número al azar, y réstenle la misma cifra invertida, el resultado, cuando se hace su reducción, es siempre nueve: 963-369= 594 [5+9+4= 18 = 1+8= 9].

El nueve es el que concluye el regreso a la unidad, al diez, donde empieza a contarse otra etapa, otro nivel, formando una espiral que no termina. Debido a eso es considerado un número de iniciación: quien lo recorre se está preparando para un cambio.

En la antigüedad, la materia era simbolizada con el número nueve, considerado el equilibrio perfecto entre los elementos que la componen: tierra, agua y fuego. En los ritos medicinales, simbolizaba la armonía entre los planos físico, mental y espiritual.

Por otro lado, para los cabalistas, la grafía del nueve (9) es significativa: la parte circular representa un huevo o un planeta, y la línea adjunta es el espíritu de la vida fluyendo hacia su interior.

Para Dante Alighieri, el nueve fue “el número del milagro”. El profesor peruano Carlos Gatti, amigo de Tragaluz, nos escribió una carta reveladora sobre el significado del número nueve para el escritor italiano:

El nueve para Dante es el número del milagro, tal como lo explica en La vida nueva. A lo largo de toda esa obra juvenil, Dante asocia a Beatriz, “la señora de la salud”, a la presencia del nueve. Ambos estaban en su noveno año (estaban recorriendo el noveno año luego de haber cumplido los ocho) cuando él la vio por primera vez y se sintió atraído. A partir de entonces todo lo importante de su experiencia en relación con Beatriz aparece vinculado con el número nueve. Hasta la temprana muerte de ella se enmarca de varias maneras en la presencia del nueve. Ello lleva a reflexión a Dante, quien en los capitulitos XXVIII y XXIX de La vida nueva explica el porqué.

En el capítulo XXIX menciona que, según la explicación de algunos, la amistad de Beatriz con el nueve “daría a entender que, al ser ella engendrada, los nueve cielos móviles estaban en perfectísima armonía” (ideas basadas en la concepción cosmológica de Tolomeo). Pero Dante prefiere otra explicación. Dice que “pensando más sutilmente y según la verdad infalible, dicho número fue ella misma”. Luego argumenta: “Si el tres es por sí mismo factor del nueve, y, por otra parte, el Factor o Hacedor por sí mismo de los milagros es también tres, o sea Padre, Hijo y Espíritu Santo, que son Tres y Uno, a mi amada le acompañó el número nueve para dar a entender que era un nueve, es decir, un milagro, cuya raíz -la del milagro- es solamente la Santísima Trinidad”.

Cada tradición se refleja en sus búsquedas, el nueve es una cifra, una abstracción, pero quizás tiene algo de quien la evoca. Después de leer sobre el nueve, nos gusta pensar que Tragaluz está en un momento de madurez, que ha aprendido a dar, a compartir, pues esa es la naturaleza de una editorial. Empezamos a transitar el noveno año, y aspiramos a mantener nuestra esencia, la armonía en la forma, la independencia en cada edición que hacemos. El nueve también representa la iniciación de un nuevo plano, y esa posibilidad nos emociona: sabemos que las formas de lectura están transformándose, y hay que buscar maneras de enamorar lectores, tanto en papel como en otros formatos.

El nueve es un signo que indagamos para indagarnos a nosotros mismos. Leer sobre un número es leer, al fin y al cabo, y leyendo, sea lo que sea, tal vez descubrimos algo que ya estaba ahí.

¡Gracias a todos por sus mensajes, y que este noveno año traiga muy buenos libros!

2 Comentarios

  1. Nací en un día nueve y tuve nueve vidas (no como los gatos, que tienen siete, yo tuve nueve). Un día les cuento…

Deja una respuesta